sábado, 30 de abril de 2011
Querido, no tengo mucho tiempo no literalmente, sino porque has salido a comprar helados y volverás pronto. Ésta será la última carta, sólo me queda una cosa por decirte: esta carta no es para que me recuerdes ni para que compres una lámpara, puedes cuidar de ti mismo sin mi ayuda es para decirte cómo me he sentido, cómo me has cambiado, me has convertido en un mujer queriéndome, y por eso te estoy eternamente agradecida, literalmente. Quiero que me prometas algo: Que nunca estarás triste o inseguro o perderás por completo la fe, que tratarás de verte con mis ojos. Soy una mujer que no se arrepiente qué suerte he tenido. Tú has llenado mi vida, pero yo sólo soy un capítulo de la tuya habrá más te lo prometo. Y ahora viene el gran consejo: No tengas miedo a volver a enamorarte, prepárate para esa señal que parece el fin del mundo.Posdata; Siempre te amaré.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario